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La falta de datos anteriores a la Edad del Hierro, sitúa el
origen de El Barraco como aldea en la época de la “Cultura de
los Verracos”, desarrollada por la tribu de origen celta de los
vettones, durante los siglos VII al I A.C.. Serían las
toscas esculturas de
granito con formas de animales, alguna de ellas con una
existencia conocida hasta la segunda mitad de la década de 1940,
las que dieron nombre a esta villa y a nuestro escudo municipal.
Las legiones del Imperio Romano también dejaron numerosas
huellas de su paso por estas tierras. Como varios puentes que
aún conservan algunas de sus inscripciones originales, y también
son visibles pequeños tramos de “calzadillas”. Pontones y vías
de comunicación, que durante el auge comercial de la baja edad
media, fueron ampliamente utilizados por el Honrado Concejo de
la Mesta.
Avanzando en nuestro recorrido histórico, tenemos constancia de
la presencia en estos dominios de los visigodos, un pueblo de
ascendencia germánica, con una punta de lanza encontrada de
manera casual hace algunos años por un vecino de la localidad,
en la zona del Valle Iruelas. |