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PUENTE NUEVA
         A pesar de su nombre se trata de un puente construido en la época de dominación romana, alrededor del siglo I A.C., para salvar el obstáculo de la garganta, en el camino que iba hacia Navaluenga. Aún conserva algunos símbolos de los canteros que le edificaron.

 



DESPOBLADOS MEDIEVALES

        Surgen como pequeñas aldeas después de la reconquista, sobre todo a partir de los siglos XII-XIII. Son el origen de nuestro extenso término municipal. Visibles en la actualidad por los restos arqueológicos aún existentes.

   
  Avellaneda: De esta pequeña aldea que ha dado nombre a un paraje de nuestro término municipal, aún se conserva una sepultura antropomorfa excavada en la piedra denominada la “Cuna del Moro” y algunos otros restos como molinos de mano.
   
  Navalmulo y Navacarros: asentamientos situados uno muy próximo del otro, fueron objeto de diversos pleitos por su posesión con el vecino concejo de Navalmoral. Finalmente los vecinos de El Barraco fueron expulsados por la presión recibida de Pedro Dávila, el marqués de “Las Navas”, a finales del siglo XV.
   
  Navalpuerco: tenía su ermita consagrada a Santa Justa, y aun se conservan algunos de sus enterramientos excavados en la piedra.
   
  Murueco: Con una pequeña ermita románica dedicada a San Miguel, fue donado por Sancho Murueco a la Catedral de Ávila para la salvación de su alma antes de 1250, aunque en 1303 ya estaba deshabitado. En la actualidad se conoce como “Chorro Murueco”.
   
  Guijuelo: Los restos de esta pequeña aldea, principalmente enterramientos, se hallan situados dentro de una zona de igual nombre del “Monte Encinar”.
   
  Burgo de la Puente: Su fundación se realiza en el último tercio del siglo XII, y la primera referencia documental es de 1215, en la que se cita como “Puente de Alvareche”. En el “becerro de las visitaciones” de 1303, aparece citado como “Burgo dalverche”. En nuestros días esta sepultado por el embalse de El Burguillo, que casualmente recibe el nombre de su asentamiento conocido como “casas del Burguillo”.
   
  Egido: Pequeño asentamiento próximo al río Gaznata en la zona de los Baldíos, del que solamente se conservan los restos de un pequeño enterramiento.
   
  La Torre de la Gaznata: Conocida popularmente como “La Torrecilla”, surgió a comienzos del siglo XIII en las proximidades del río Gaznata, aunque desapareciera años después sin que se pueda precisar la fecha con exactitud. Quedando como símbolo de su existencia la ermita de Santo Domingo de Guzmán, que también le dio su nombre, el de “Santo Domingo”. Tras despoblarse y quedarse sin cuerpo ni formalidad de concejo, sus pastos, monte, pinar y demás útiles fueron aprovechados comúnmente por los vecinos del Lugar de El Barraco, y los de las villas de Cebreros, San Bartolomé de Pinares, Santa Cruz de Pinares y El Herradón, que componían el Concejo de la Torrecilla.
 

 

ERMITA DE LA PIEDAD

(La Virgen, nº. 37)
        Ermita de fuerte arraigo popular, donde se unen la devoción, tradición y alegría de todos los barraqueños.

        Está realizada de sillería labrada, de una sola nave rectángular, a la que se accede a través de un pequeño jardín y una puerta rectangular de dos hojas. Dando vista a un altar, dedicado y consagrado a Nuestra Señora de la Piedad, protectora de los hijos de la localidad, una talla moderna adquirida en el año 1953, que se muestra ofreciendo el Niño Jesús.

        Esta nave se remata con un artesonado, y sobre él está situado el tejado, coronado con un sencillo campanario de ladrillo, ambos de clara influencia morisca.

        Desde tiempo inmemorial se hace tocar dos veces al día, por la mañana y a la caída de la tarde, la campana de Nuestra Señora de la Piedad, señalando el principio y el fin de la jornada laboral.
 


 
EDIFICIO DE LA CASA CONSISTORIAL
(Plaza de la Constitución, nº. 1)

       Edificio singular de mediados del siglo XVI, de dos plantas de sillería labrada, rematado el alar con piedra noble, acabando el tejado en una caseta, donde se ubica el reloj de cuerda.

        Se accede al interior del edificio a través de una galería porticada, rematada con cuatro arcos de medio punto. Sobre el dintel de la puerta se encuentra el escudo real, y a la derecha e izquierda del mismo, figura en letra gótica la siguiente inscripción:

         “Esta obra mandó hacer el honrado Concejo del Lugar del Berraco, siendo Alcaldes los honrados señores Juan Gil, Santiago Martín Gil; Regidores, Pedro Torres, Pascual García, Martín Domingo, Antonio Bajo; Procurador Perpetuo General Escribano, Pedro Díaz de Luján, Mayordomo de Diezmos, Año 1563.”

       En la parte superior de la fachada, entre los dos balcones, hay una inscripción del reinado de Carlos III, con las grafías JHS MARIA Y JOSEPH, que recuerda su reconstrucción en el año 1757. Después el edificio sufrió un incendio fortuito, en el mes de junio de 1937, que redujo a cenizas las dependencias de la época, incluido el archivo municipal de gran riqueza histórica y documental. Siendo necesaria su total rehabilitación que concluyó en 1941.

        El paso del tiempo y el deterioro de sus instalaciones, hicieron necesaria una reconstrucción completa de toda su estructura interior, para adaptarle a las actuales necesidades de funcionamiento. En septiembre de 1987, fue inaugurado tal y como se encuentra en la actualidad.
 


 

IGLESIA PARROQUIAL “NUESTRA SEÑORA DE LA ASUNCIÓN”

(Calle Santa Teresa, 107)

       Nos encontramos, sin duda, con la construcción más notable y grandiosa de la localidad. Realizada a principios del siglo XVI, y orientada hacia el este, como símbolo de luz. Está toda ella edificada en piedra de granito, la materia prima de la zona, y labrada en sillería.

        Tiene tres entradas rematadas en arco redondo, que están situadas a los laterales de las naves secundarias, y la tercera a los pies de la nave central, muy próxima a la torre del campanario, todas ellas decoradas austeramente con bolas.

        Las tres naves rectangulares están separadas entre sí por arcos de medio punto, con nervios cruzados en sus jarjamentos y pilares góticos. La nave central se cubre con armadura morisca muy sencilla, y a sus pies se encuentra el tímpano que ilumina el coro alta y nave central. La capilla es cuadrada, con bóveda de crucería ojival. En el testero de la misma se encuentra ubicado el retablo mayor dedicado a la Asunción de Nuestra Señora. Dicha capilla se ilumina con dos grandes ventanales, cubiertos a su vez con originales vidrieras.

        A los pies de las naves se encuentra la torre del campanario, de gran altura, también guarnecida con bolas en sus arquivoltas, a la que se accede por una escalera interior de caracol, y desde donde se puede contemplar una vista panorámica del pueblo. Anteriormente sirvió como medio de comunicación, puesto de alerta y vigilancia y también reloj, el cual marcaba los tiempos de la oración.
 


 
RETABLO MAYOR

        Es definido por Jesús Mª. Parrado del Olmo, en su Tesis Doctoral “Los Escultores seguidores de Berruguete en Ávila”, como “la mejor obra en escultura policromada de toda la escuela abulense”, que fundara Vasco de la Zarza.

        Fue realizado a mediados del siglo XVI, después de una larga y compleja historia por parte de los escultores encargados de ejecutarle, Juan Rodríguez, Pedro de Salamanca y Lucas Giraldo. Ya que pleito que mantenían desde 1543, debió solventarse unos años más tarde con la muerte de Juan Rodríguez, y un entendimiento entre los segundos, que debían realizarlo conjuntamente, incluyendo un tercio de su ejecución para Isidro Villoldo, que había firmado un contrato de compañía con Giraldo.

        En 1547, cuando probablemente aún no habían comenzado los trabajos, Lucas Giraldo cedió su tercio a Pedro de Salamanca, que disponía de dos partes, mientras que Villoldo mantenía la suya. No disponemos de más noticias hasta 1560, cuando Pedro de Salamanca arrienda la mitad de los frutos de la iglesia de El Barraco a un mercader de Ávila, derecho que Salamanca había obtenido sobre los frutos de los años 1559 a 1564, como pago de las obras del retablo. Obras que quedaron interrumpidas en 1562 al quejarse la iglesia de su labor, y que se demoraron hasta 1567, cuando se encontraba definitivamente acabado.

        El trazado del mismo realizado según Parrado por Isidro de Villoldo, entorno a 1547, fecha de la contratación definitiva, consta de un banco o predela, situado en la zona baja, cuatro cuerpos y ático. Se distribuye verticalmente en tres calles, dos entrecalles flanqueando la central y unos apoyos o pulseras laterales, a modo de contrafuertes, para los que se usan pilares abalaustrados que abarcan los tres cuerpos superiores.

        La iconografía en su estado original, llevaba relieves de Evangelistas, Profetas, Martirio de San Juan Bautista y Bautismo de Cristo. En el primer cuerpo monumental, Custodia de dos cuerpos y esculturas de San Juan Bautista, San Jerónimo, dos Apóstoles, San Sebastián y San Juan Evangelista, relieves de la Anunciación y Adoración de los Pastores.

        En el segundo cuerpo, relieves con la Circuncisión, Epifanía y esculturas de Apóstoles, Santas Mártires y Virgen Sedante con el Niño, San Juanito y un Ángel, cuya composición era similar a la usada en cuerpos superiores, lienzos con los temas: Transfiguración, Resurrección, Pentecostés y Aparición de la Virgen a San Bernardo, escultura de los cuatro Padres de la Iglesia y Asunción. En el ático Iglesia, Sinagoga, Calvario y Padre Eterno, con bustos de Profetas en los laterales del mismo.

        En dos ojos de buey ovalados también llamados medallones, asoman las cabezas de San Pedro y San Pablo, obra de Villoldo.

        La decoración del retablo también precisó de varias etapas para su ejecución, desde el montaje de la parte escultórica finalizado en 1567, la instalación de los lienzos a principios del siglo XVII, y finalmente algunos trabajos de policromía realizados en 1766. 

        Sin embargo, el estado de deterioro que presentaba después de tantos años de existencia y avatares de la historia, hacía necesaria una restauración urgente y digna. Por ese motivo se unieron en un esfuerzo común, el Ayuntamiento y la Parroquia, para lograr su conservación, que finalmente dió su fruto.

        En el mes de febrero de 2004 finalizaron los trabajos de restauración a los que había sido sometido, cofinanciados por la Dirección General de Patrimonio y Promoción Cultural de la Junta de Castilla y León, y los Fondos de la Unión Europea (F.S.E.) que aportaron un 40 y 60 % respectivamente, del total del presupuesto. La mercantil Artelan Restauración, S.L., fue la encargada de ejecución de las obras que tuvieron un importe de 259.110 euros.
 


 
PUENTE DE EL BURGUILLO

        También denominado “Puente del Arco, fue construido en la primera mitad del siglo XVII, para salvar el obstáculo que suponía el río Alberche, a su paso por el antiguo despoblado medieval del “Puente de Alvareche” (Buro de la Puente) o la Venta del Burguillo en la época de los Reyes Católicos. Edificado bajo la dirección técnica de un maestro de arquitectura burgalés llamado Pedro Cubillo, que estuvo asistido por Pedro de la Puente Montecillo.

        A lo largo de su existencia precisó de diversas reparaciones, como en 1687 para conservar su estructura deteriorada por el fuerte caudal del río, y 1703 para asegurar su permanencia y estabilidad, al haber perdido parte del arco principal, hallándose en peligro de hundimiento. Después de servir como paso para los mantenimientos de la corte real, donde confluían caminos y calzadas, en 1930 fue sumergido bajo las tranquilas aguas del embalse de El Burguillo, que lleva su nombre, donde reposa como un viejo tesoro olvidado.
 


 
PUENTE DEL VISILLO

        Puente de estilo románico de un solo arco, construido en la primera mitad del siglo XVII, para cruzar el río Gaznata. En septiembre de 1999 sufrió graves daños por la riada que se produjo en este río.




PLAZA DE TOROS

        La falta de documentación escrita sobre la época, por el incendio sufrido en nuestro archivo municipal –en junio de 1937-, impide concretar algunos de los detalles de su desarrollo y construcción.

        Conocemos, eso sí, por las crónicas orales de nuestros mayores, que la propuesta de construcción de la plaza habría sido realizada en 1927, siendo alcalde D. Manuel Sánchez Zazo. Aunque sería en 1928, durante el mandato de sucesor en el cargo, D. Eduardo Enríquez, cuando se diseñó el proyecto y comenzaron las obras, que no concluyeron hasta marzo de 1.930, con la construcción de las gradas.

        Fue edificada con piedra de mampostería y hormigón, y tiene una capacidad de 2000 localidades, con 6 filas de asientos y pasillo doble para los espectadores de pie.

        Finalmente la falta de dinero o quizás, la voluntad de las autoridades municipales de dar un carácter benéfico a la construcción, hicieron que solamente se levantara el graderío en la mitad del albero, que tiene 38 metros de diámetro, quedando la otra parte abierta y sin asientos. Eso no impide que el acceso a esta zona en la actualidad, sea previo pago de la entrada correspondiente, como el resto de las localidades.

        Fue inaugurada el día 15 septiembre de 1930, con motivo de las Fiestas en honor del Santísimo Cristo de Gracia, actuando los destacados diestros del momento “Joselito de la Cal” y el “Niño del Aro”


Ayuntamiento de El Barraco

Plaza de la Constitución, 1
05110 El Barraco (Avila)


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